A final de cuentas, a la única persona que necesitas perdonar es a ti mismo. Cualquier enojo, resentimiento o rencor que tengas hacia los demás siempre puede ser rastreado en sentimientos que tienes a ti mismo. Por eso algunos de tus intentos de perdonar a otros han parecido no tener éxito. Hasta qué no te perdones, la autocensura se reflejará en las relaciones que mantengas con quienes te rodean.
Perdonarte es diferente de aceptar la culpa. Más bien significa, primero, enfrentar los sentimientos de culpa o enojo. Admitir estas emociones hacia a ti mismo libera el poder que tenían sobre ti mientras permanecían como secretos escondidos. Ser franco contigo te lleva a entender que no hiciste nada malo, porque nada malo pude pasar en el Universo de Dios.
Este día perdónate por que piensas que hiciste o dejaste de hacer. Libera la ilusión de culpa y autodeterminación. Ya que eres cien por cierto amor , al igual que tu creador, sólo eres capaz de quererte.
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