miércoles, 16 de octubre de 2013

AURA

 
 
El Universo es un constante intercambio energético, todo lo que en él habita libera y absorbe energía. Es en este intercambio de energías donde se manifiesta la vida y se diversifica.
Entre toda esta comunicación, se desprende una parte que pertenece a cada entidad de vida, formando un campo único e individual que tiene su sello y que habla de su nivel de conciencia en su existencia personal. Este campo de energía no es más que la energía cósmica absorbida por el individuo e impregnada y calificada con sus vibraciones. Estás emanaciones de energías sutiles, lumínicas, rodean el cuerpo, pasando a ser el manto de luz contenedor de todos los ámbitos de la existencia de ese ser y protector de toda su experiencia física, emocional, mental y espiritual.
 
Somos por sobre todo energía. Poca conciencia tenemos de esta realidad energética que es nuestra verdadera realidad. El aura es lo que primero se forma, dando el pase a la vida física, y es lo último que suavemente se va desprendiendo cuando la muerte del cuerpo llega.
Nuestro sistema energético está compuesto por El Aura, Los Chakras y los Nadis, que son los canales energéticos por donde fluye la energía e todo nuestro ser.
 
¿QUÉ ES EL AURA?
¿Qué es el aura, si no una luz que emerge de nosotros, mostrando lo  que en realidad somos?
Una definición que englobaría lo mayoritariamente aceptado sobre el Aura, sería: “El aura se puede considerar como un campo de fuerza o energía vital que envuelve a todo ser existente en nuestra naturaleza, seres humanos, animales y plantas, e incluso hasta los metales y minerales”
El campo de fuerza energético del aura humana, es producido por las distintas vibraciones y frecuencias, emanadas de nuestro cuerpo, a través de los distintos puntos energéticos o Chakras así como también a través de los ojos. Está compuesta por siete cuerpos (incluyendo al cuerpo físico) y contiene todas nuestras experiencias vividas, incluso las experiencias vividas en otras de nuestras encarnaciones.
Es nuestra verdadera piel. Un huevo energético “huevo áurico” de energía suave y delicada, que nos rodea en todas direcciones. Es un abanico de colores, que se interpretan y mueven constantemente. Muy sensible a los impactos del entorno, puede fácilmente romperse y fisurarse, debido sobre todo a traumas, accidentes, estados de shock, estados de ira, etc. Tener conciencia de esto, obliga a entrar rápidamente en proceso de sanación para recuperar y sellar su estructura y poder así contar con la protección que nos da el Aura, en nuestra relación con el entorno.
Todo sucede en primera instancia en nuestra aura, por lo tanto debemos deducir que cuando la enfermedad llega al cuerpo físico, ha recorrido un largo camino, para atravesar esta barrera protectora, es decir las causas de nuestros desequilibrios, están tan enraizadas que son capaces de traspasar esta barrera lumínica de altas frecuencias.
 
LAS DIVERSAS AURAS
“El sendero que conduce a las estrellas se encuentra en el rayo de luz que mora en tu alma, tu mente y tu corazón”.
Existen siete de estas capas o cuerpos áuricos y cada una de ellas parece corresponder con un nivel de concien­cia. Las tres primeras auras o capas también son conocidas en forma genérica como “el aura de la salud”, ya que refleja las motivaciones fundamentales de la salud física de cada uno de nosotros y el funcionamiento de nuestra personalidad. Las tres restantes son manifestaciones cada vez más espirituales de nuestra existencia.
Estas capas son las siguientes:
CUERPO FISICO: Es también llamado “yo inferior”. Nuestra realidad en la tercera dimensión, en el plano material denso. Es el templo donde se manifiesta el ser espiritual en su camino evolutivo. Es el punto de anclaje del hijo de DIOS, el hombre, la materia física. Por medio de él ejecutamos nuestros actos físicos y nos movemos durante cada existencia en el plano material.
CUERPO ETERICO: Es una replica exacta del cuerpo físico, incluyendo estructuras anatómicas y órganos, formado por finas líneas de colores azulosos en constante movimiento. Contiene todo lo que el cuerpo físico, y graba todo lo que le sucede en la vida. Es un generador de energías que mantiene al cuerpo físico y que lo regenera en las horas de sueño. Cuando uno comienza a visualizar el aura, es el campo más fácil de ver, sobre todo en la punta de los dedos. Mide aproximadamente 5 cm.
CUERPO EMOCIONAL: El  segundo cuerpo aural está asociado con los sentimientos. Su estructura es mucho más fluida y está formado por nubes coloreadas de una sustancia fina en constante movimiento. Se extiende desde 2,5 hasta 7,5 cm del cuerpo. El cuerpo emocional penetra en los otros más densos a los que envuelve. Su color varía desde matices brillantes hasta tonos oscuros y turbios, lo que depende de la claridad o confusión del sentimiento o la energía que los produce. Los sentimientos de mejores vibraciones como el amor, la alegría, la paz, son brillantes y transparentes. Al contrario cuando estamos agobiados, tristes, abrumados o enojados los colores resultan oscuros y turbios. Este plano refleja más bien la expresión de las emociones hacia uno mismo.
CUERPO MENTAL: es el cuerpo donde se manifiestan los pensamientos, ideas y la intelectualidad. Está compuesto por finas líneas de color amarillo, que se puede ver sobre todo como una luz brillante que irradia sobre la cabeza y los hombros y se extiende alrededor de todo el cuerpo físico. Se expande y se hace más brillante cuando la persona que lo posee está concentrada en procesos mentales. Se extiende desde 7,5 cm hasta 60 cm del cuerpo. Las energías mentales forman concentraciones energéticas llamadas formas pensamientos. Estas pueden tener formas y colores, dependiendo de las emociones asociadas a éstos. Estas formaciones pueden tener una poderosa energía, en la medida en que estos pensamientos son alimentados, es energía concreta que puede afectarnos tanto positiva como negativamente. En el caso de pensamientos negativos,  urge cambiar estos estados mentales a unos de mejores vibraciones, a fin de disolver estas dañinas materializaciones energéticas que ensucian y obstruyen nuestra aura y que generan un circulo vicioso de pensamientos perturbadores.
CUERPO ASTRAL: El cuerpo astral es uno de los cuerpos superiores. Esta también compuesto por múltiples colores, todos ellos más brillantes y nítidos que los del cuerpo emocional. Acá se graban las emociones vividas con respecto a nuestros semejantes. Este bello arcoiris de colores, está generalmente teñido por la luz rosácea del amor. El chakra del corazón de una persona que ama está invadido por la luz rosa en el nivel astral. Cuando las personas se enamoran, entre sus corazones se pueden percibir bellos arcos de luz rosada. Entre la gente se producen numerosas interacciones a nivel astral. Las auras se comunican antes que exista comunicación física, esa conexión uno la puede percibir ante la presencia de una persona, que nos produce fuertes emociones, con solo estar cerca, sin ninguna comunicación adicional. Grandes manchas del color rosa del astral, se mueven en el espacio entre estas personas, haciendo contacto. Este contacto puede ser agradable o no, pero es tan real como el contacto físico. Esta comunicación puede ser incluso a distancia, no hay límites físicos para ella.
CUERPO PATRÓN ETÉRICO: Es un cuerpo estructurado que replica todos nuestros sistemas. Este nivel contiene todas las formas de existencia del plano físico en forma de calco o plantilla, como el negativo de una fotografía. Su ovoide se extiende desde 45 a 60 cm. En este plano se encuentra nuestro plan de vida, es decir, un diseño de las experiencias que tendremos que atravesar en una encarnación para que esta sea exitosa. Es el nivel en el cual el sonido crea materia, en el que se puede curar a través del sonido. Su forma es de líneas traslucidas sobre un fondo azul cobalto. Es llamado doble etéreo porque es allí donde encontramos las formas más sutiles del primer cuerpo aural, o etéreo; aquí queda el negativo de toda forma de creación del patrón que se ha creado en la parte física.
CUERPO CELESTIAL: este nivel es el nivel emocional del plano espiritual. Se extiende desde unos 60 hasta unos 83 cm del cuerpo. Es el nivel a través del cual experimentamos el éxtasis espiritual, el que se puede alcanzar a través de una constante disciplina en nuestra vida espiritual, y teniendo constancia en la meditación y el auto-conocimiento. En este plano alcanzamos el punto  del «ser» donde conocemos nuestra conexión con todo el universo, cuando vemos luz y amor en todo lo existente, cuando nos encontramos sumergidos en luz percibiendo que formamos parte de ella y que ella forma  parte de nosotros y sentimos que somos uno con Dios, entonces hemos elevado nuestra conciencia  hasta el sexto nivel del Aura. El cuerpo celestial parece bañado por una hermosa luz tornasolada compuesta principalmente por tonalidades pastel. Esta luz tiene un brillo de oro – plata y una calidad opalescente, como lentejuelas de madreperla. Su forma es menos definida que la del nivel del patrón etéreo, por cuanto parece estar compuesta simplemente por luz que irradia del cuerpo, como el brillo que rodea una vela encendida. Dentro de este brillo hay, además, rayos de luz más fuertes y brillantes.
CUERPO ESPIRITUAL O CAUSAL -  YO SUPERIOR – PATRÓN CETÉRICO: esta capa es la última del Aura, la que la contiene y mantiene unida. Es como una malla que da la forma de este huevo de energía. Es el plano mental superior de nuestra parte más espiritual. Se extiende desde aproximadamente 75 hasta unos 105 cm del cuerpo. Cuando llevamos nuestra conciencia al séptimo nivel del aura sabemos que somos uno con el Creador. Está compuesto por diminutos hilos de luz oro – plata que mantienen unida la forma completa del aura. La frecuencia de la séptima capa es de una hermosa luz dorada. Se asemeja a un conjunto de millares de hilos dorados. La parte exterior de la séptima capa, muy fuerte y elástica, resiste a la penetración y protege el campo en la misma forma que el cascarón lo hace con el polluelo. En este nivel, todas las formas de los chakras y el cuerpo parecen hechas de luz  dorada. Se podría comparar con una onda luminosa erguida y de intrincadas formas, que vibra a una velocidad extremadamente elevada. La red muestra el poder de la luz dorada, la mente divina que mantiene unido el campo en su totalidad e integridad. Además; en el nivel del patrón etérico también están las bandas de la vida anterior. Se trata de franjas de luz coloreada que rodean completamente el Aura y que se pueden encontrar en cualquier  lugar de su superficie. La banda que se halla cerca del área de la cabeza-cuello suele ser la que contiene la vida pasada que tratamos de aclarar en nuestras presentes circunstancias vitales. El nivel etérico es el último nivel aural en el plano espiritual. Contiene el plan de vida y es el último nivel directamente relacionado con esta encarnación.
 
LOS CHAKRAS Y EL AURA
“En los chakras  encontramos los siete rayos del arco iris”
Las distintas capas del aura están “respirando” alrededor de nosotros, energías que se asocian con la energía vital. Pero, existe otro tipo de energía, comparable con los rayos de luz, que entra y sale de ciertos centros de nuestro cuerpo. Estos centros se llaman chakras. Los chakras son pequeños torbellinos giratorios de energía, dispuestos en línea a lo largo de la espina dorsal, y van desde la parte superior de la cabeza hasta el coxis. Su nombre en Sánscrito significa rueda, ya que giran como estas en dirección de las manecillas del reloj.

FOTO DE HOY


LA MAGIA DE LA PROSPERIDAD

La magia de la prosperidad puede ser alcanzada cuando dejamos el estrés por conseguir ser más grandes y más extraordinarios de lo que ya somos. Querer alcanzar lo que ya somos no es posible y este intento genera un grado de tensión y ansiedad que lejos de darnos el resultado que deseamos, nos aleja de él.
La tensión y la ansiedad son síntomas de que no nos estamos considerando completos. No estamos siendo conscientes de todo lo que hemos conseguido ser hasta hoy y que ese crecimiento tiene un gran valor que puede convertirse en nuestro mayor pasaporte para una vida más abundante y prospera. No se relaciona con conocimiento, sino, con una evolución espiritual.
Por cuestiones de la educación formal, estamos pensando que siempre nos falta alcanzar un nuevo nivel antes de poder ser nosotros mismos. Nunca nos sentimos preparados para ser lo que ahora somos. Es muy común escuchar que si no estudiamos, seremos “nadie” y esa creencia está muy viva en nuestro interior todo el tiempo.
El verdadero éxito personal consiste en atreverse a ser lo que hemos estado dispuestos a ser. Evidentemente que podemos perfeccionarnos, pero ese proceso de mejoras solo ocurrirá con la práctica, después de haber iniciado la actividad que deseamos. Un cantante no puede mejorar su voz solo por medio de la teoría (aunque esta le ayude), su verdadera perfección será alcanzada día a día con la práctica y siempre será superada por su propio record personal.
Hay algunas preguntas primordiales a la hora de prosperar. Por ejemplo, en el caso del cantante: ¿realmente me gusta cantar? ¿Siento que al cantar estoy mas vivo? ¿Mi ser se está expensando en este cantar? ¿Me siento pleno cuando canto? ¿Entrego algo valioso con mi canto? Si las respuestas son positivas podrás dedicarte a cultivar lo mejor de tu voz, perfeccionar las técnicas, apoyar tu desarrollo con otras cualidades que sean acorde a esa actividad. Pero partirás del hecho de que ya te consideras un cantante.
Para muchos, este análisis de: ¿Qué es lo que realmente me considero? Puede ser agotador y hasta un misterio. Por habernos desconectado de nuestro corazón, se nos hace mas difícil encontrar aquello que realmente nos hace vibrar, lo que nos hace regocijarnos en su expresión, lo que refleja exactamente lo que somos, lo que estamos sintiendo y soltando al mundo.
El entorno sabe reconocer cuando estamos siendo así de auténticos y nos premia con su atención. No hay nada mas atrayente que un ser humano vibrando en su propia energía de amor hacia si mismo. Su brillo destella y es innegable su presencia. Todo el mundo quiere estar con él, aprender de él y hacer negocios con él. Su integridad se transforma en un imán que puede atraer hacia él todo lo que vibra a su misma frecuencia.
No sucede lo mismo con aquella persona que aun no se descubre a si misma, la que hace algo por hacerlo, por deber u obligación, la que se levanta todos los días a luchar contra las fuerzas invisibles que le parecen tan poderosas, la que clama ayuda para sobrevivir. Esta persona no se ha dado cuenta de lo que tiene en su interior y mucho menos ha descubierto que puede expresarlo y convertiste en ser luminoso como nunca antes lo fue.
Alcanzar la prosperidad es una gran lección espiritual. Los que están separando la espiritualidad de la materialidad están muy lejos de conseguir experimentar la sensación abundancia. Solo es posible llegar a ese nivel de equilibrio cuando hemos podio conseguir armonía en todo lo que somos, en alma, cuerpo y espíritu.
Esta es la gran deferencia entre los que han conseguido dinero y los que han conseguido ser prósperos y vivir en abundancia. Hay mucha gente que consigue su dinero sin haber alcanzado este nivel de equilibrio, pero todos estamos llamados a conseguirlo.
Para comenzar a descubrir quien eres, puedes contestar a estas preguntas;
¿Realmente, qué me gusta hacer?
¿Qué expresión de mi ser me hace sentir mas vivo?
¿Mi ser se está expresando en lo que estoy haciendo?
¿Me siento pleno cuando hago esto?
¿Entrego algo valioso con mi hacer?
Espero que así sea. Si no es así, puedes comenzar a descubrirte, bien vale saber quien eres, tienes mucho por disfrutar si lo consigues.