Los cabalistas creen que el alma tiene tres partes, cada una proviene de una esfera distinta. Sin embargo las tres partes no tienen porque estar activas en cada persona. El Zohar llama a estos tres elementos nefesh, ruach, y neshamah.
Nefesh, se encuentra en todos los seres humanos y entra en el cuerpo físico en el momento del nacimiento. es el origen de nuestra naturaleza física y psicológica. Las partes siguientes del alma no se implantan en el momento del nacimiento, sino que se van creando y desarrollando lentamente con el tiempo; su despliegue depende de las acciones y creencias de la persona.se dicen que solo están completamente desarrolladas en personas despiertas espiritualmente.
Nefesh viene de Malkuth y sustenta el cuerpo, dándole vida y permitiéndole participar en el mundo material.
Ruach tiene su origen en Tiphereth y es el espíritu. es el aspecto que nos permite trascender nuestra humilde condición humana desarrollando el intelecto y la razón. Es el aspecto del alma que provoca en ti una profunda contemplación de Dios y te ayuda a distinguir entre las buenas y las malas acciones.
Neshamah es una emanación de la esfera Binah, la madre cósmica. Es la superalma, el puro espíritu que nunca muere ni se corrompe: es el aspecto eterno de Dios. Esta parte del alma es otorgada, tanto a los judío como a los gentiles, en el momento del nacimiento. Le permite a uno tener conciencia de la existencia y la presencia de Dios, y nos permite tener vida después de la vida.
Algunas obras cabalísticas sugieren que también podría haber algunos estados y partes del alma adicionales, y no permanentes, que las personas desarrollan ocasionalmente. Una de ellas es ruach ha kodesh, una parte del alma usada para profetizar.
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