El Alma atrae hacia sí misma la esencia positiva: verdad, amor, dicha, paz y plenitud.
Como Guerrero Espiritual, debes tener muy clara la intención de la progresión. Yo lo digo de esta forma: “Mantengo mis ojos puestos en ti, Señor, sólo en ti”.
Cuando algo relacionado con una situación parece ser innecesario, a menudo hay oportunidad de comunicarse con un enfoque puesto en el bien de todos, de animar, de invitar a hacer mejor las cosas, de hacerlo mejor y ser eso que quieres que sean los demás.
Me es fácil lidiar contigo cuando eres honesto respecto a quién eres y con lo que te está sucediendo. Es más fácil estar contigo y amarte cuando te estás expresando honestamente. La dificultad se encuentra cuando hay mentira y engaño. Mientras lo que estés exteriorizando provenga de ese lugar de “verdad” adentro de ti y que sea amoroso, está bien.
Pasa tiempo con las personas que se están elevando el Espíritu. Déjales compartir contigo, pero date cuenta que la manera propia de cada persona, es especial para dicha persona. No compares los niveles de lo que llamas espiritualidad. Siéntate, escucha, y apoya a cada persona con tu amor y la dicha que tienes para ellos..
Después, regresa a tu propia verdad, a tu propio trabajo, a tu propio ser. Dentro de tí está El Reino de Dios. Tienes la llave. Al despertarte más de lleno a la conciencia de Dios, descubrirás que no hay ni amor ni amante. Solamente hay El Bienamado.
John Morton y John-Roger
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