Así cómo a ti te gustan las sorpresas placenteras, otras personas también disfrutan cuando reciben algo inesperado. Planear tal regalo es un acto de amor. Recibes inspiración por la naturaleza de la acción, inviertes tiempo organizando sus elementos, y luego experimentas la alegría de compartirlo con el destinatario. Las sorpresas espontáneas, tales como un cumplido sincero u ofrecer ayuda desinteresada, también son invaluables.
Cuando das a otra persona, en verdad te estas dando a ti mismo, y tu y el que recibe son uno sólo. También envías energía al Universo, dando a entender que disfrutas las sorpresas felices. La vida responde entregándole delicias maravillosas, en una corriente abundante de dar y recibir.
Disfruta lo inesperado hoy, tanto en lo que das como en lo que recibes. Mantener alerta y observa cualquier cosa hermosa e inusual...las sorpresas vienen en paquetes muy diferentes.
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