Todos necesitamos un espacio en el que tdo el mundo no tenga acceso. Tu habitación o espacio de meditación debe tener una temperatura que sea cálida y estar bien aireado, especialmente si usas velas o incidencia. Mantenlo limpio y austero; esto aumentará tu concentración. El color es muy importante para el ambiente de la habitación en la que meditas, muchas personas prefieren la simplicidad clásica del blanco, pero tu podrás preferir un azul pálido, por ejemplo. Crea un simple altar angélico como punto de enfoque, o ten a mano un producto natural, con un hermoso cristal.
Práctica la meditación siempre en el mismo lugar con un horario regular; los momentos más propicios son el amanecer y el atardecer. Ponte cómodo usando almohadas, cojines, alfombras o incluso una silla confortable. Asegúrate de que el ambiente esté suficientemente cálido; si tienes frío, cúbrete con una manta. Asegúrate de no ser molestado durante la meditación ; ten al menos una hora.
Un círculo sagrado. Algunas personas trazan un círculo sagrado protector mientras meditan para impedir la injerencia de energías externas e indeseadas por el que medita. Pon 4 velas, en candelabros seguros y oriéntalas según las Cuatro direcciones del espacio, asegurándote que no hay peligro de que se prenda fuego. Puedes usar más velas para definir el círculo, o usar velas del color que corresponde al ángel con el que estás trabajando.
También puedes usar cristales en lugar de, o además de, velas. A algunas personas les gusta ponerse en el centro del círculo y usar su dedo o un cristal de cuarzo claro para dibujar un círculo de luz; sigue la dirección de las agujas del reloj para crear el círculo y la dirección contraria para cerrarlo.
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